VÍCTOR MORILLO, EL TRICOLOR DE VENEZUELA POR SIEMPRE
Víctor Morillo, nació en Caracas el 26 de agosto de 1932, desde que estaba en el vientre de su madre ya venía escuchando la mejor música, a pesar de no contar con la tecnología que existe en la actualidad, su madre, Cristina Morillo González, una “indígena guajira auténtica”, como el mismo la describió, lo llevaba a casa de los vecinos para que de la radio escuchará los mejores temas de Lorenzo Herrera, Jacobo Espinoza, Andrés Cisneros, Luis López entre otros.
Fue un romántico empedernido que admitió no recordar a todas las mujeres que pasaron por su vida, pero recordó, especialmente, a tres de ellas que lo “volvieron loco”; es padre de 8 hijos: 4 hembras y 4 varones, a quienes amó y les dejó el legado del arte en las venas.
Comenzó sus actuaciones en Radio Rumbos en un programa llamado Tardes Románticas y luego, gracias a una recomendación, es parte del Show de las 12. Además del mundo artístico Morillo disfrutaba el patinaje, actividad que realizó hasta convertirse en uno de los mejores en su época.
Víctor Morillo desde los años 70 fue un gran luchador por los derechos de los cultores, visitó distintos países para lograr que se le diera un lugar digno a los artistas de la época y se les reconociera su trabajo, “sin conseguir mucho éxito, hasta ahora con la Ley de Cultura que finalmente se aprobó”.
El Tricolor de Venezuela, ha dejado logros tangibles a la nación como La Casa del Artista, el decreto del 1x1 que da importancia a la identidad nacional y fue miembro de la directiva de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (Sacven).
Su legado
La hija de Víctor Morillo, Elena Muñoz, realizó junto a su padre una fundación llamada De Un Mismo Lado, que apoya y estimula el talento artístico de niños con algún tipo de discapacidad, brindándoles la ayuda necesaria para conseguir la mejor calidad de vida.
Gracias a esta fundación los niños aprenden a utilizar los instrumentos, conocer el teatro, el canto, el baile, entre otras y además realizan presentaciones, las cuales los mantienen siempre estimulados.
A Víctor Morillo le encantaba experiencia de acercase a esos niños, quienes a pesar de su limitación para realizar ciertas cosas, consiguen cantar, bailar y hacer mímicas con una gran dulzura y espontaneidad.
Por: Alejandra Torrealba
Prensa Sacven / Sacven en la red
1 Abril 2016
¡Viva el Tricolor de Venezuela!
PALABREO DE LA NUMERACIÓN
Letra: Víctor Vera Morales - Interprete: Víctor Morillo
Numerao, numerao
viva la numeración
quién ha visto matrimonio
sin corré amonestación
Cachicamo no pasea
por caño ni carretera,
ni ciego se desespera
buscando rial en batea,
burro con hambre forrea,
y gallo canta parao,
guarapo, nunca es melao
y maraquero no canta,
y el arpista no se aguanta
si va por el numerao, numerao
Por mampuesto si se pega
dicen en el pueblo mío
y en penas y amoríos
es donde solo se ruega.
En velorio no se juega
porque es de mala intención,
chubasco no es ventarrón,
así lo dice el llanero
que exclama faramallero:
viva la numeración, numeración
Lechuza no anda de día
porque se quema los ojos
camino no son rastrojos
ni dolor es alegría
siga siempre en la porfía
si canta con el demonio
vieja reza a San Antonio
y a San Isidro le pide
para que nunca la olvide
quien ha visto matrimonio
Zamuro no brinca pozo
ni caricari se empina
el rico nunca se obstina
si está chupándose el gozo
mango maduro es sabroso
y azúcar no es papelón
no hay arpa sin el bordón
y no se ha visto casorio
que no parezca un velorio
sin corré amonestación

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