LA MALA MEMORIA NACIONAL
Luís Manuel Urbaneja Achelpohl
Diario La Antena
San Juan de los Morros / VEN
Por: Juan Yáñez
Agosto 8, 2010
Nos proponemos en estas líneas, amables y consecuentes lectores, revivir en la memoria de los venezolanos aquello que ha hecho meritorio su gentilicio. Para ello vamos al rescate de una personalidad ingratamente olvidada que quedara varada en una de las frecuentes lagunas de nuestra amnesia nacional.
Con la misma intención y lejos de ser un reproche, pero sí una amigable amonestación, principalmente dirigida a aquellos que tuvieron la tarea de formar a los jóvenes recientes de la patria y que menguaron en sus propósitos. Intentaremos amigos, observar con la mayor cortesía y respeto, esa desafortunada circunstancia, tan incongruente, lamentable y a la vez tan arraigadamente venezolana, que nos hace desestimar nuestra cultura.
Importamos con una frecuencia desmedida, elementos culturales del exterior y nos olvidamos olímpicamente de lo verdaderamente valioso y propio que poseemos. No es nuestra intención subvalorar o desestimar lo externo, (una actitud de ese talante sería definitivamente un desacierto descomunal) sino que incorporemos y apreciemos nuestros logros a la labor educativa.
Los venezolanos no somos afortunadamente chauvinistas o patrioteros.., ¡gracias a Dios! El omitir esa desafortunada calificación es una meritoria probidad que enorgullece a cualquier pueblo, pero esa dignidad, a nuestro juicio, nos queda grotescamente holgada, como un niño vestido con un traje de una persona mayor. No es aconsejable ser chauvinista, pero en cambio, sí enorgullecernos y no olvidarnos de la auténticamente valiosa venezonalidad, que legítimamente existe.
Grandes mujeres y hombres los hubo y los hay con el distintivo nacional más elogioso en todos los campos de las ciencias y de las artes que son sobradamente apreciados en el exterior, pero inexplicablemente no aquí.
Para ilustrar lo expuesto, nos honra en esta oportunidad con su presencia un escritor de singular mérito, de quien poco hoy se habla y se difunde su obra. Es para muchos adultos y jóvenes un perfecto desconocido, y si en alguna oportunidad leyeren algo de su pluma y reconocieran su talento, con seguridad se asombraran de descubrir que es un compatriota que nació, vivió, murió e inclusive fue enterrado en Venezuela.
Selección de Cuentos / L. M. Urbaneja Achelpohl
Nos estamos refiriendo a Luís Manuel Urbaneja Achelpohl. Días atrás, por mera curiosidad, nos tomamos el atrevimiento de hacer una encuesta, principalmente dirigida a los jóvenes que cursan estudios universitarios en nuestra ciudad. De los tantos que hubimos interrogado solo una joven refirió conocer a este ilustre escritor, el azar nos llevó al apellido Urbaneja, (la joven se apellida así) conocía al personaje y valorara su obra, además de sentirse orgullosa de sus lazos de consaguinidad con el escritor.
Fue Urbaneja Achelpohl un caraqueño nacido en 1873. De padre genuinamente venezolano y madre de origen alemán. En su adolescencia despertó una rebeldía que mostraba un claro desinterés por lo convencional, principalmente en el orden social y en el educativo. Amante de la naturaleza, de los valores autóctonos, de la gente y de la vida rural, que supo inmejorablemente recoger y expresarla con la tinta y en el papel.
En su juventud gustaba internarse en el monte, en la montaña, en los campos en los pueblos; de todo ello inundaba su alma y su intelecto El contacto con el paisaje vernáculo, los campesinos, su vocabulario y costumbres, marcará su afán literario con el característico criollismo, expresión con la cual se conocerá a un estilo del que se considera su iniciador y que comenzara en los últimos años del siglo XIX y que continuara en el siglo XX.
Participó en un género literario que estaba de moda en su tiempo al que llamaban Acuarelas en el que reflejaba en una prosa poética el acontecer vernáculo que publicará en la prensa.
En 1895 a alguien se le ocurrió burlarse de la juventud venezolana que se ocupaba de rescatar lo auténticamente nacional, tildándola de grotesca y vulgar. Es entonces que Urbaneja Achelpohl reacciona y con su precisa ironía responde al insulto ensalzando a la juventud con estas palabras: “Oh, juventud, `la grotesca y vulgar criolla` la que ama a sus héroes, venid a trabajar en la obra del porvenir; en vuestras manos ha de transformarse la materia en bruto de los asuntos nacionales, en la flor del arte, delicada y oliente como una flor de mayo”.
Escribió cuatro novelas y con una de ellas, -la mejor- y titulada “En este país…” fue premiada en Buenos Aires en 1919. Escribió artículos periodísticos, poesía y numerosos cuentos; uno de ellos se considera su principal creación, que titulara “Ovejón” , fue editado por primera vez en 1922, por quien se consideraba a si mismo su fiel discípulo, José Rafael Pocaterra. Luís Manuel Urbaneja Achelpohl ha sido un tesonero defensor de la auténtica venezonalidad, que reflejó con afecto y maestría en la totalidad de su obra literaria.
Agradecimientos a:
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bajo La Matica / H. Andrade


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