CONSECUENCIAS DEL BLOQUEO Y SANCIONES POLÍTICAS/ECONÓMICAS POR PARTE DE EEUU A VENEZUELA
Av. Principal de Las Mercedes / CSS
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Estación de Servicio PDVSA, Las Mercedes / CSS
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Las Mercedes, Av. Río de Janeiro / CCS
Cola de vehículos para expendio de gasolina
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Las Mercedes, Av. Río de Janeiro / CCS
Cola de vehículos para expendio de gasolina
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Codificación de la cola para expendio de gasolina
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Fecha y numeración para expendio de gasolina
Foto: H. Andrade Mayo, 2020
Gracias a los bloqueos y sanciones políticas/económicas por parte del gobierno, mal nacido, del más incontrovertiblemente agresivo ser que se apellida Trump, nuestra patria está sufriendo los embates diarios de escasez y alteración de suministros de muchos insumos para un normal desenvolvimiento de la economía local y sus conexiones con el mundo, que ha venido a menos porque el pueblo o población llana nunca había experimentado éste nivel de locura política económica, traducido en sanciones y bloqueo de todo tipo para que entreguemos nuestros recursos sin ninguna contraprestación lógica, que nos pueda servir para desarrollar y cubrir nuestras propias necesidades.
Resumo aquí todo un procedimiento que podría y debe ser perfectiblemente para que la "gasolina", ese combustible vital para motorizar la economía de cualquier país que esté insertada en el globo terráqueo. No es una pila de litio que, por ahora, está santificado para mover vehículos sin necesidad de extraer petróleo: ese excremento negro que debidamente procesado sirvió para mover el mundo y acabar con él también de otro modo; es decir, es lo que siempre hemos tenido y malgastado para nosotros, por tener un valor o precio no justificado que hemos marcado por su vulnerabilidad por no invertir en hacer lo necesario nosotros mismos: en procesamiento y refinación.
El problema actual es que no tenemos un aditivo que necesita la gasolina que procesamos para nuestro particular petróleo pesado; por lo que debemos importarlo según nuestras especificaciones y no podemos actualmente realizarlo porque ya no tenemos a CITGO, que está residenciada en EEUU, según convenios mutuos. pero, como ya esa relación se vino a menos por diferencias ideológicas, políticas y estratégicas, es por lo que prácticamente el otro socio nos robó, de frente. el negocio.
De lo anterior, se me antoja tratar de asimilar parte del problema porque pasé casi 3 días para comprar para mi vehículo, algo así como 20 litros de gasolina de octanaje desconocido y muchas horas pérdidas de sueño reparador, de alimentos a deshoras, de frío y calor en mi vehículo sin necesidad aparente y de momentos de nervios y angustias insoslayables.
Las imágenes que inserto aquí solo es una pequeña muestra que recogí de algunos momentos del procedimiento perfectible que se realiza actualmente para suplir a la comunidad del combustible para los vehículos. En las colas, el común habla de: enchufados, militares corruptos, mafias, vivos, colectivos, etc, esa gama de calificaciones que nunca dice nada específicamente.
En la bomba de gasolina de PDVSA en las Mercedes, como es muy característica, por sus fauna económica venida a menos en los negocios que surgieron de la vieja y chic urbanización, con sus caserones y edificios vejestorios convertidos en restaurantes improvisados y alojados en las casonas, rodeadas por edificios bunker y calles privadas.
En la PDVSA de Las Mercedes, podemos ver camionetas Four Runners y sus equivalentes como arroz que no funcionan con los 20 litros que dan como ración, la teórica para todos; pero, no nos engañemos, eso no es así, porque con una chuchería, una bolsita de café, una botellita, unos dólares o cualquier regalito pueden llenar el resto del tanque, que bien puede llegar a los 80 litros de gasolina y mi Ford Laser 2001 tiene un tanquecito de 53 litros; he allí 2 referencias al respecto.
Bien, para no alargarme más de mi experiencia, espero dar algunas notas para entender de alguna forma algo de ésta problemática actual que nos consume, algo inútilmente, parte de nuestras energías y que no ayuda mucho para solucionar efectivamente la situación. Pero, el tiempo, nos dirá siempre por donde finalmente debemos ir.
bajo La Matica / Hugo Andrade





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